El empate ante el Granada es un sntoma ms del difcil proceso que experimenta el Bara esta temporada. Las salidas, las lesiones, las incorporaciones… demasiados factores que han ido lastrando y minimizando los recursos de un club que hace no tanto vena de vivir la mejor poca de su historia. De aquello no quedan ya ni los cimientos. Algn que otro vestigio en forma de jugador al borde de la

retirada. Nada ms.
Pero lo peor no es que se hayan acabado los buenos tiempos. Tampoco que los ttulos parezcan lejanos.

El Bara est tirando las ltimas piedras en un largo proceso que le ha llevado a dilapidar el estilo

que siempre defendi como sea de identidad nica. Una apuesta que pareca estar por encima de ttulos y jugadores.
Las primeras seales llegaron con el juego vertical de

Luis Enrique

. Esa sensacin de ruptura con el cruyffismo se acentu por momentos con

Valverde

y un 4-4-2 donde el repliegue en zona defensiva resultaba, en algunas fases de la temporada, demasiado trascendente. Hoy, el Bara de Koeman lo mismo recurre a un sistema con tres centrales -pasada temporada y el da del Bayern- que termina colgando balones al rea con sus dos centrales como delanteros centro. Pero no en los ltimos diez minutos, como haca Cruyff con Alexanko. Mucho antes.
Dos empates en cuatro partidos, una goleada ante el Bayern y una imagen desoladora acompaan al Bara en este inicio de temporada. Faltan piezas importantes, sin duda, pero

resulta poco menos que una osada tener una visin optimista a corto plazo con esta plantilla y con este entrenador.

Sobre el estilo, Koeman fue muy claro al finalizar el partido: “El Bara de hoy en da no es el Bara de hace ocho aos. Jugamos a la manera del Bara, pero no tenemos velocidad en banda porque Coutinho va para dentro, Demir no va mucho en profundidad… y es as. Con Ansuy Dembl es diferente, tienes ms profundidad…. y hay que buscar alternativas”.

Ante el Granada, el Bara puso 54 centros al rea.

Acab con Piqu, Luuk De Jong y Araujo como plan principal. Este Bara ya no es el de antes, ya lo dice Koeman. Y el estilo ya no es intocable. Ni siquiera queda eso.

Este contenido es exclusivo para los usuarios registrados

.