Un 31 de agosto a la altura del resto del verano. Absolutamente loco. Histérico. Lo de no dejar los deberes para el final no va con el fútbol español, que esperó hasta la campana final para realizar un buen puñado de operaciones, algunas de ellas de las ‘gordas’. Y aunque el fax haya pasado a mejor vida, las cosas se siguen rompiendo si la cuerda se tensa tanto. Estaba todo planeado. Antoine Griezmann salía del Barça y volvía al Atlético de Madrid, Saúl había vaciado su taquilla del Metropolitano y ponía rumbo al Chelsea, De Jong volaba de Sevilla al Camp Nou… Pero lo de Saúl tembló y amenazó con derrumbar todo el castillo de naipes que estaba montado sobre esa pata. LaLiga dio una prórroga a los clubes, hubo manos a la cabeza, nervios… y aplausos de celebración. Un fin de mercado como para echarse una cabezada.
El fichaje de Griezmann por el Atlético acapara los focos y eclipsa incluso al fracaso de la negociación por Mbappé. El Barça, después de dejar ir el último día a Emerson, Ilaix y Rey Manaj, después de perder a Leo Messi hace menos de un mes, se deshace también de Antoine Griezmann. El francés vuelve a vestir de rojiblanco dos años después de volar al Camp Nou a cambio de 120 millones de euros. Ahora se pone de nuevo a las órdenes de Simeone con la fórmula de cesión con opción de compra de 40 kilos.
Así fueron los últimos movimientos del Madrid en el mercado de fichajes: “Lo intentaron todo…”
Esa operación trae dos más de la mano. El Atlético ha hecho hueco con la salida de Saúl al Chelsea y el Barcelona cubre el vacío de Griezmann con el fichaje de Luuk de Jong, delantero del Sevilla que había sido desplazado con la llegada de Rafa Mir y la titularidad de En-Nesyri. El holandés se pone a las órdenes de su compatriota Koeman, que ya tiene el delantero que quería antes de terminar el mercado… aunque ha perdido a otro.
Y lo de Mbappé, claro, que no se cerró. El PSG se hizo el orejas y pasó de las ofertas del Real Madrid, que llegó hasta los 200 millones de euros. Lo que tenía que ser el último capítulo del culebrón no es más que el cierre de otro libro más de la saga, que a partir de mañana escribirá el siguiente tomo. El teaser ya lo ha grabado Mbappé con un mensaje en Instagram que luego borró: “Reprograma tus sueños para más tarde”.
El resto del mercado no escapó a la locura. Lucas Pérez firmó por el Elche, Cucurella por fin puso rumbo al Brighton, el Valencia se hizo con Hugo Duro… sí, con Hugo Duro, el Mallorca cerró al yankee Matthew Hoppe, Sergi Guardiola vuelve a Primera y goleará en Vallecas… ¡con Radamel Falcao! El colombiano rescindió con el Galatasaray y se pone la franja roja en un fichaje random a más no poder, de los que hacen las delicias de los amantes del mercado. Un saco de fichajes para el último día, muchos de ellos para la última hora, para cerrar uno de los veranos más movidos y más raros que se recuerdan.
La Premier, sin rival… un año más
Más allá de nombres, lo que vuelve a repetirse es el dominio de la Premier League en cuanto al gasto global, comparado con las otras cuatro grandes Ligas de Europa. La Premier duplica, y algo más, el gasto de la segunda en el ránking, que es una rejuvenecida y atractiva Serie A.
En el gasto conjunto de las cinco grandes, comparado con otras temporadas, la 21-22 (unos 2.600 millones de euros) confirma la tendencia negativa de la 20-21 (3.426 kilos), reafirmando que el dinero del fútbol queda lejos de los más de 6.000 millones que las cinco grandes Ligas gastaron en el verano de la 19-20, año récord.
El mercado en el que Messi se fue de LaLiga, la gran noticia fue que casi nos olvidamos. Tal fue la locura del mercado de verano de 2021.
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