En los ltimos diez das el Planeta Ftbol asisti, con un cierto asombro, a una de las negociaciones ms duras de los ltimos tiempos. A ambos lados, dos potencias econmicas como el PSG y el Real Madrid. En medio, uno de los jugadores ms codiciados del momento: Mbapp. Y sobrevolando el caso, diversas circunstancias que hicieron de la puesta en escena algo parecido a las mejores series del momento: una negociacin televisada, filtraciones interesadas, dinero, medias verdades, un calendario apretando, silencios sonoros y una lucha de poder ms all de lo habitual en el mercado futbolstico. No era el tpico verano de Florentino Prez intentando -y consiguiendo- llevarse a la estrella de turno de un buen equipo rival. Era Florentino Prez contra un club que se percibe como un estado. As se les conoce en el argot al Manchester City y al PSG por el potencial econmico de sus dueos y la procedencia de sus ingresos: clubes-estado.

Pese a las dificultades a la hora de acometer la negociacin -algo que Florentino Prez reconoci siempre en esta semana frentica- en el Madrid hubo momentos para la esperanza. Segn reconocen a Primera Plana fuentes implicadas en la negociacin por parte del club blanco, “el pasado jueves, con la segunda oferta encima de la mesa, haba motivos para el optimismo. Pero fueron pasando las horas y los das. La hora del cierre de mercado apretaba y el martes, a eso de las dos de la tarde, nos dimos cuenta de que iba a ser imposible”.

El optimismo se fund en las palabras de Leonardo, el secretario tcnico del PSG, cuando reconoci que si Mbapp quera irse, lo hara bajo sus condiciones. Por eso el Madrid subi la apuesta. Pero tambin hubo un factor a tener en cuenta para llevar la operacin a buen puerto: la entrada en escena de Kim Joorabchian, un agente iran que poda desbloquear las negociaciones, un ejecutivo en el mercado del ftbol al que los clubes acuden cuando una operacin parece entrar en un punto de no retorno. Joorabchian fue clave en la llegada de Coutinho al Bara o de Mahrez al Manchester City. El Real Madrid pensaba que la entrada en escena del intermediario ayudara a suavizar las relaciones con el PSG y con Qatar, donde se cuecen las decisiones importantes. Esta vez, la capacidad diplomtica de Joorabchian no destens la situacin.

Pero qu lleva a un club como el PSG a rechazar 200 millones de euros por un jugador que en cuatro meses quedar libre para negociar su futuro y podra abandonar la entidad sin dejar beneficio alguno? Es, en efecto, el PSG un club-estado?

El PSG es propiedad de Qatar Sports Investment (QSi), firma subsidiaria de Qatar Investment Authority, un fondo soberano de inversin cuyo director ejecutivo es el emir qatar Tamim bin Hamad Al Zani. Su fortuna familiar ronda los 400.000 millones de euros. No es ms que una vara de medir en comparacin con los 200 millones que ofreca el Madrid. Evidentemente, no es un problema de dinero sino de orgullo y de posicionamiento.

Y de dinero no lo ser nunca porque los patrocinadores del PSG parecen no tener fondo. Los contratos con el banco Qatar Nationial Bank, el operador de telecomunicaciones Ooredoo, el canal de televisin BeIn Sports, el organismo de promocin turstica de Catar (QTA) y la clnica deportiva Aspetar no deberan representar ms del 30% del presupuesto del club pero siempre ser difcil demostrarlo porque se intuye que es ms.

El PSG ya estuvo en el punto de mira de la UEFA por incumplimiento del Fair Play financiero. Las sospechas surgieron a raz de los fichajes de Neymar y Mbapp. Pero un defecto de forma, el TAS y la falta de pruebas dejaron sin efecto cualquier tipo de sancin.

Conviene detenerse en el funcionamiento del Fair Play financiero de la UEFA porque no es tanto un mecanismo sancionador como corrector. Y a los equipos de alto potencial econmico les resulta relativamente sencillo equilibrar la balanza. El espritu con el que se cre el Fair Play financiero no es para sancionar a los grandes sino para que no se arruinen los pequeos. Nada que ver con el control que ejerce LaLiga en Espaa.

Desde que se impuso, en 2011, el Comit de Control Financiero de Clubes de la UEFA empez su trabajo verificando los balances de los ltimos dos aos pero, desde la campaa 2014-15, se revisan las cifras de las tres ltimas temporadas, periodo suficiente para que un club como el PSG pueda equilibrarse en caso de problemas. Quienes se estn frotando las manos con una posible exclusin del PSG de las competiciones europeas, pueden volver a meterlas en el bolsillo. Echar a un club de una competicin continental no slo no es automtico ni responde a un criterio arbitrario de una comisin, sino que tiene multitud de pasos previos. Y los cambios que se avecinan en el control, que podrn solventarse con una multa, favorecen an ms a los clubes-estado.

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