NFL 2021 Día 29 de la Previa MARCA Claro de cara a la temporada 2021
Los Packers vivieron meses en el limbo al no saber si Aaron Rodgers volvería. El mariscal hasta ponderó el retiro, pero al final decidió por volver pese a sus problemas con la gerencia.
Así que los Packeres estarán de nuevo entre los favoritos en la Conferencia Nacional, con opciones de que Rodgers llegue finalmente a su anhelado segundo Super Bowl, lo que generaría otro tipo de problemas porque parece que el matrimonio se mantendrá solo un año más.
Un tema olvidado hasta cierto punto en la disputa entre Aaron Rodgers y los Packers es que el sucesor no está listo. Jordan Love se convirtió en apenas segundo mariscal elegido en la primera ronda desde el 2008 que no fue titular un solo partido. Entendible ante la temporada de MVP de Rodgers, pero de eso a ni siquiera estar activo hay una gran diferencia. Y como no hubo pretemporada en 2020, nadie lo vio en el emparrillado hasta hace unas semanas.
Alguien podría decir que Patrick Mahomes solo jugó un partido detrás de Alex Smith en el 2017, pero aquí la gran diferencia es que los Chiefs sí estaban cómodos y en su segundo año le dieron las llaves del reino. Los Packers no sienten esa confianza o habrían buscado un acuerdo por Rodgers en todavía quizás su punto más alto de valor. Ahora, con la reestructuración, prácticamente se garantiza que no estará en el equipo en 2022.
Green Bay se está perdiendo la mayor ventaja que te da tener un mariscal novato: su contrato barato. Será el segundo año que no lo aprovechen por seguir pagándole a Rodgers, pero apunta a ser el último porque al finalizar la temporada 2022, deben decidir si usar la opción de quinto año de Love. No la puedes activar a ciegas, tiene que jugar, y para eso Rodgers tendría que ya no estar en el equipo. Pareciera que la relación fracturada lleva a eso, aunque se aferran a alguna esperanza de que pase como con Brady y Jimmy G en los Pats.
Las últimas dos temporadas, los Packers han terminado con marca de 13-3, pero la última fue mucho mejor. Hace dos años, los Packers fueron un tanto engañosos y tuvieron marca de 8-1 en partidos de una posesión, con +12 en diferencial de entregas y una defensiva inflada en número por jugar ante malos mariscales. En 2020, hicieron historia porque fueron el primer equipo que tras mejorar por 6 victorias o más de un año a otro, tuvo 12 o más victorias en el año siguiente.
Gran parte de la responsabilidad fue para Aaron Rodgers. El QB sigue con un ritmo histórico evitando errores (solo siete temporadas hay en la historia con 500 intentos de pase y 5 intercepciones o menos; Rodgers es dueño de cuatro, incluyendo las últimas tres temporadas), pero mejoró sobre todo en primera oportunidad (de 6.3 yardas por intento y 50% success a 7.8 y 63%). También encontró mucho mayor éxito lanzando profundo (en pases de 15 yardas o más en el aire, pasó de 3.1 yardas por intento en 2019 a 13.9) y mejoró en las jugadas de RPO. Y no olvidemos que Davante Adams no jugó los 16 partidos.
Todo esto potencio la eficiencia ofensiva del equipo, ya que jugaron más ‘fútbol canadiense’ y evitaron las terceras oportunidades (en 2019 solo movieron las cadenas en los primeros dos downs en 117 ocasiones, contra 178 en 2020). La mejora en eficiencia en los primeros downs les permitió tener menos yardas por avanzar camino a convertir 51% de terceras.
La mejor noticia para los Packers es que podrían ser todavía más eficientes, ya que pasaron solo en 52% de las jugadas, séptimo mayor porcentaje de pases en la liga y podrían elevarlo al tener mejores armas con la llegada de Randall Cobb, y podrían lanzar más rápido en lo que se adapta las bajas que podrían tener los frontales.
Necesitan tener esa agresividad temprano porque la defensiva está diseñada para jugar con la ventaja, no para frenar y permitir remontar.
Los Packers tuvieron la línea ofensiva mejor valorada por PFF en 2020, pero tendrán de inicio tres jugadores nuevos. El centro Corey Linsley se fue a los Chargers y Rick Wagner no volvió por temas de tope salarial. Además, David Bakhtiari estará fuera al menos las primeras seis semanas al todavía no estar de regreso de su lesión de la rodilla que sufrió el 31 de diciembre.
Elgton Jenkins sería el tackle izquierdo el primer mes y medio sin Bakhtiari, Josh Myers sería el nuevo centro y Royce Newman apunta a ser el guardia derecho, lugar de Jenkins el año pasado. Rodgers no lo hizo mal bajo presión, pero sus yardas por intento y success rate cayeron cuando era presionado (9.6 a 6.1, 63% a 52%).
Todo el mundo recuerda el partido de pesadilla de Kevin King en la final de la NFC, permitiendo el Ave María a Scott Miller antes del descanso y el pañuelo que sentenció todo en el último cuarto. El equipo decidió mejorar el córner opuesto a Jaire Alexander (4.4 yardas por pase en su dirección, segundo mejor en la liga). Se hicieron con el novato Eric Stokes. La idea es que se sume a Darnell Savage y Adrian Amos para tener uno de los mejores perímetros de la liga, lo cual va de perlas porque el nuevo coordinador, Joe Barry, viene de los Rams, quienes se la pasaron con 5 o más profundos casi todo el tiempo.
Pero para que la defensiva ‘estilo Rams’ funcione, necesitan que la línea tenga un mejor nivel. Por nombres, parecieran tenerlos, con Kenny Clark y los ‘hermanos’ Preston y Za’Darius Smith, pero la realidad es que los Packers fueron #18 en eficiencia terrestre y aunque tuvieron 41 sacks (#10), fueron el sexto que menos presionó. Fue una caída drástica, tras ser terceros en presión en 2019. Los Rams no se caracterizaron por mandar muchas cargas (75% mandaron cuatro o menos), algo similar a los Packers (78%), pero quizás haya que considerar mandar más cargas, confiando en el perímetro, que puede ser bueno, pero si el QB tiene todo el tiempo, eventualmente encuentra un hueco.
En 2020, los Packers se midieron a siete equipos que terminaron entre los 10 peores en defensiva por pase y no perdieron un solo de esos encuentros. Se midieron a ocho equipos mejor que el promedio en defensiva contra el pase y perdieron tres: Colts, Vikings y Bucs.
La situación será bastante más complicada este año. 12 partidos de Green Bay serán ante equipos mejor que el promedio en defensiva contra el pase el año pasado, incluyendo ocho ante equipos Top 10. Eso pasa cuando cambias la AFC Sur y NFC Sur por la AFC Norte y la NFC Oeste. Solo cuatro partidos son ante equipos entre los peores 10 en defensiva contra el pase el año pasado.
Hay que considerar los problemas de línea ofensiva que pueden tener hasta que regrese David Bakhtiari, lo que quizás complique el inicio. Pese a todo el drama y las complicaciones, siguen pareciendo uno de los principales contendientes en la NFC, aún si no llegan a su tercer año seguido de 13 victorias.
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