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Por mucha segunda parte que se hubiera de jugar, por mucho que el campen remontara a cuenta de Surez, la noticia en su acepcin de novedad ya se haba producido. Porque de repente sucedi. No suceda desde noviembre de 2011, a punto de cumplirse una dcada, pero sucedi. Todo es cuestin de tiempo y el Getafe hizo gol al Atltico. A Mitrovic corresponde el honor de relevar a Diego Castro en la relacin de azulones que han acertado con la portera rojiblanca. De aquel penalti para el 3-2 definitivo a este cabezazo para el 1-0 momentneo. Entr con todo el central para castigar el error anterior en la salida de Oblak, dejando la pelota muerta y concediendo una segunda accin a la tropa local en la que tampoco pareci andar demasiado vivo, apenas objet una mano blanda al recorrido de la pelota del poste a la red.

Mchel consigui desde el banquillo, en fin, lo que no haban conseguido Luis Garca, Fran Escrib, Cosmin Contra, Pablo Blanco o, por supuesto, Pepe Bordals. Y lo festej como corresponda, en su caso ms por la necesidad de un equipo que circulaba y circula sin puntos en la clasificacin que por esa terrible estadstica que marcaba un parcial de 34-0 para el Atltico. Lleg adems el gol sobre la bocina del primer acto, despus de que, las cosas como son, el campen hubiera puesto todo de su parte para llevarse un disgusto. No es que el Getafe apretara demasiado arriba, un par de disparos de Macas si acaso, pero jugaba sus cartas a la contra y se sostena sin demasiados apuros atrs. La nica ocasin visitante, de hecho, tuvo como origen un error de Djen para que Soria evitara la de Surez, primero, e Iglesias la de Correa, despus.

Los tres centrales haban sido la cuestin. Fue que s (Mchel se refugi en ellos), pero tambin fue que no (Simeone prescindi de la figura). Dise El Cholo un once de vuelo ofensivo, 4-2-3-1 con Correa, Griezmann y Carrasco por detrs de Surez… y aquello fue un espanto. La pelota debera denunciar el trato que recibi por parte rojiblanca, con Herrera como nico ancla (y a su ritmo particular) toda vez que Llorente se desenganchaba como frecuencia. Haba adems quien directamente se daba a la galbana, esa banda izquierda con Lodi y Carrasco, as que los factores eran mltiples pero la consecuencia era una: desastre rojiblanco.

El problema local lleg despus y, efectivamente, tuvo forma de goleador uruguayo. Surez por aqu, Surez por all. El segundo, sobre la bocina. No se trata de que la segunda parte rojiblanca fuera especialmente buena, de hecho rondada media hora de la misma el litigio se mantena tal cual, aunque el 9 ya haba lanzado un aviso en forma de cabezazo al larguero, pero de repente, poco despus de una tangana en la que se involucr directamente, Ale lanz un pisotn trasero al gemelo de Cunha que al colegiado no le mereci especial consideracin pero que al de la tecnologa le pareci lo que era: roja directa. El Getafe se quedaba con diez para el arren final.

El segundo accidente azuln lleg como desatencin defensiva. Hermoso la puso desde la izquierda y Surez control y remat sin oposicin alguna, como si fuera un cualquiera. Total, que la puso dentro. Flirteaba su accin con el fuera de juego, pero esta vez la lnea dijo que no igual que en Cornell por ejemplo haba dicho que s: estas jugadas al milmetro exigen una fe digna de mejores causas. Ni siquiera las tablas apaaron sobremanera el partido rojiblanco, aunque con De Paul el asunto era distinto: de hecho Enes Unal an pudo hacer el segundo del Getafe, esta vez evitado por Oblak, poco antes de que el pistolero hiciera la mueca definitiva con un cabezazo de cuco, superado precisamente Mitrovic, para desgracia de un equipo, el Getafe, absolutamente castigado por los resultados.

As que el 9 arregl un da que para el Atltico ya pintaba feo despus de que el pomposo Comit de Competicin retorciera el no menos rimbombante Cdigo Disciplinario para sancionar a Joao Flix por lo que no mereca sancin ya que, Gil Manzano mediante, no poda sancionarlo por lo que s. Los unos por los otros en el afn de que aquello no quedara en el partido de rigor, resulta que es peor un balonazo de rabia que llamar loco al rbitro. Conducta contraria al buen orden deportivo, dice el artculo 122, y a ver quin es el guapo que les lleva la contraria. Lucho, horas despus, se encargara de restaurar ese orden sobre el csped. El orden de un campen que durante casi toda la tarde luci desordenado.

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