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Justo a medianoche. Cuando faltaban 15 segundos para que se acabara lo que no se acababa nunca, conscientes quizs de que el Atltico no haba merecido la derrota que estaba a punto de cosechar, entre Mandi y Rulli dibujaron una jaimitada, uno cabeceando hacia atrs sin mirar, el otro dando un paseo vaya usted a saber por dnde, para que acabara en empate aquello. El que quizs mereci ganar festej las tablas a lo grande, el que quizs debi perder maldijo su triste suerte. Y respiraron profundamente Savic y Gimnez, se supone, que un rato antes haban hecho una parecida para que el Villarreal se pusiera por delante.

Se desconoce el qu, porque el muchacho no es conocido por estos pagos, pero definitivamente Danjuma tiene algo personal con el Atltico. Dos veces que ha visitado el Metropolitano, dos goles que ha marcado. Y el que firm para el Brujas no tuvo consecuencias a nivel de resultado, pero el de su estreno con el Villarreal, a no tanto del final, pareci estropear del todo, a mayor gloria amarilla, el notable partido que haba dibujado el campen. Una vez ms, buen juego no es necesariamente sinnimo de alegra. Los violinistas, a lo suyo.

As que empat en casa el Atltico, que ganando era lder y que ahora organiza un curioso enredo, con seis equipos en los mismos puntos. Hay quien defiende, y esta crnica se alinea ahora mismo en ese sentido, que la primera clasificacin vlida es la de la decimonovena jornada, esto es la del ecuador del campeonato, cuando todos han jugado contra todos, pero el imperio de la inmediatez exige conclusiones permanentes, por ms que las de hoy puedan chocar con las de ayer o con las de maana.

No es que a estas alturas haya duda alguna respecto al ascendiente de Simeone sobre sus jugadores, pero, despus de un cuarto de hora en el que no es que pasara gran cosa, otro botn para muestra: reclam el Atltico un penalti, se qued Carrasco en el suelo, se hizo el longuis el del silbato, amenaz el Villarreal con una contra que luego no lo fue, se gan tarjeta El Cholo por los aspavientos… y el equipo local sali hecho una furia del lance, metiendo inmediatamente al rival en la cueva y coqueteando con una diana que de hecho evit el poste, en una accin abierta y cerrada por Lemar, delicioso cuando se pone a jugar al ftbol.

El Villarreal trat de refugiarse en la pelota, tocndola sin prisa pero sin pausa para bajar unos grados al partido. Hermoso se marc una ’boutade’ defensiva que afortunadamente para l deriv en un mal control de Gerard dentro del rea y Correa pudo ganarse la roja con un pisotn fesimo, pero enseguida lleg el segundo arren rojiblanco… que para desgracia del colectivo activ la veta ms individualista de Carrasco. Tampoco por ah se acert en la definicin por mucho que se porfiara. Ya sobre la bocina, la ensima combinacin terminara en un cabezazo de Trippier que hubiera acabado en la jaula de no pasar Mandi por all.

Concluy por fin ese primer acto eterno. Que lo fue entre otras cosas porque pitaba otro de esos colegiados que parecen empeados en que no se juegue cuando deberan empearse en lo contrario, de modo que cuando se puso a echar cuentas de lo que se haba quedado por el camino no le qued otra que dar seis de prolongacin. Ni por sas para el Atltico, as que el Villarreal se retir al camerino comprobando incrdulo que sala indemne. La asimetra diseada por Unai, tres centrales con baln, Estupin o Moreno metindose atrs sin l, se haba salvado por la campana. Pero se haba salvado. Quedaba partido.

Como Correa tambin fall la primera de la reanudacin, en realidad fue Mandi el que volvi a interponerse, termin sucediendo lo que poda sospecharse que iba a suceder: el que marc, a la primera, fue el Villarreal. Pino desequilibr por el sector ms dbil de la zaga local y su pase atrs encontr continuacin en un latigazo de Trigueros para el que no tuvo respuesta Oblak. Al propio ftbol debi parecerle injusto aquello, porque enseguida hall el Atltico lo que tanto haba buscado. Aunque fuera para las tablas, el gol al fin. Robo de Trippier, asistencia de Correa y al aparato Surez. As de sencillo.

Unai hizo un triple cambio y Simeone movi dos piezas. Premio para el primero, aunque, por muy bien que resolviera Danjuma, la jugada nace en tremendo error. Desde ah ms relevos, mucho corazn, poca cabeza ya… y ese cabezazo de Mandi para desconsuelo visitante. Porque la tropa de Unai no ha ganado (ni perdido) desde que empez el campeonato. Pudo hacer ambas cosas en un partido increble, que termin resolvindose sobre las campanadas de la forma ms insospechada. Como no marcaba el Atltico, termin marcando el Villarreal. En propia puerta, mire usted.

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