Previa NFL 2021: ¿Cuál es el mejor equipo de la NFC Oeste en cada posición, y quién ganará la división?

Recorremos posición por posición a la NFC Oeste para hallar al mejor equipo en lo que pinta para ser la división más competida de la NFL

Bienvenidos al Salvaje Oeste. Salvaje NFC Oeste.

Esta división aportó a dos de los últimos tres representantes de la NFC al Super Bowl, y pinta para ser una de las más cerradas durante la temporada del 2021 de la NFL. Los cuatro equipos han llegado al Super Bowl al menos una vez en las últimas 13 temporadas.

Los San Francisco 49ers sufrieron una caída importante después de aparecer en el Super Bowl LIV, principalmente debido a una muy desafortunada racha de lesiones que acabó con sus esperanzas en al pasado. Pero, recargados con un nuevo optimismo alrededor de un quarterback novato, y con los dedos cruzados para no tener que asemejarse a un hospital nuevamente, emprenden nuevamente el camino hacia los playoffs.

Los Angeles Rams perdieron algo del brillo de “coche nuevo” que mostraron cuando alcanzaron el Super Bowl LIII, pero su entrenador en jefe se mantiene entre los más admirados de la liga, y también estrenarán quarterback, aunque no se trate de un novato.

En el desierto, los Arizona Cardinals tienen pinta, todavía, de equipo en ascenso, aunque viven una época de renovación luego de perder para este año a sus dos jugadores más reconocibles de los últimos tiempos.

Los Seattle Seahawks ya no son el equipo que podía confiar en que su defensiva los mantendría competitivos, pero con un quarterback de élite, el único en la división, no es descabellado esperar actos de magia aquí y allá.

Quarterbacks

  • 1. Seahawks

  • 2. Rams

  • 3. 49ers

  • 4. Cardinals

Russell Wilson no es solamente el mejor quarterback de la división, sino también uno de los mejores cinco o seis pasadores en la NFL, y es realmente la única área donde Seattle tiene una ventaja clara sobre el resto de sus rivales directos. Seguro, no va a faltar quien señale que Wilson nunca ha obtenido un solo voto para el premio de Jugador Más Valioso, pero el siete veces jugador de Pro Bowl –incluyendo los últimos cuatro años en fila– era un candidato líder para llevarse el premio a la mitad de la temporada pasada, antes de que una caída de nivel individual y del resto de los Seahawks lo marginara por completo de la competencia en la segunda mitad de campaña.

El optimismo anda por las nubes en Los Angeles con la llegada de Matthew Stafford para tomar la titularidad después de enviar a Jared Goff junto con dos selecciones de primera ronda y una de tercera a los Detroit Lions, además de tragarse un golpe de dinero muerto de 24.7 millones de dólares por deshacerse de su recluta de primera ronda del 2016. ¿Es Stafford mejor que Goff? Sin duda. ¿Es la pieza que le falta a los Rams? Esta pregunta puede responderse de dos maneras. Si Los Angeles fue capaz de llegar a un Super Bowl con Goff, un mejor pasador abre la esperanza de ganarlo todo. Por el otro lado, es imposible ignorar que, en apenas tres temporadas, Goff condujo a los Rams a cinco partidos de playoffs, ganando dos. En 12 temporadas en Detroit, Stafford condujo a los Lions a tres partidos de playoffs, con cero triunfos. ¿Sí, la calidad de los equipos a su alrededor hace diferencia, pero Goff jamás ha tenido el lujo de lanzarle a alguien como Calvin Johnson?

Seamos sinceros: el equipo solo es parcialmente de Jimmy Garoppolo, y más temprano que tarde se espera ver a Trey Lance como titular de tiempo completo. Garoppolo viene de su mejor receso de temporada desde que está en San Francisco, y eso debe traducirse en un mejor nivel en la temporada regular, y los Niners planean rotar a sus quarterbacks para darle jugadas específicas a Lance de inmediato. Si este plan resulta positivo, los 49ers ganarán partidos. Si Garoppolo no juega de modo aceptable, San Francisco turnará las responsabilidades a Lance. Cualquiera de las dos opciones suena bien para los Niners.

Kyler Murray tiene momentos brillantes, pero también sufre de algunos pasajes muy grises todavía. En el 2021, contará con el mejor arsenal que haya tenido a su disposición como profesional, y eso debe dar pie para que alcance un nivel de consistencia sustentable al frente de la ofensiva. Uno de los mayores obstáculos que enfrenta Murray viene desde su propia banca con algunas decisiones cuestionables del head coach Kliff Kingsbury, quien va aprendiendo con la experiencia, a la par de pasador. Una vez que ambos alcancen un cierto nivel de madurez profesional, cada uno en su ramo, habrá un salto cualitativo. En caso contrario, está claro que habrá más paciencia y más oportunidades para el quarterback que para el head coach.

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Corredores

  • 1. 49ers

  • 2. Seahawks

  • 3. Cardinals

  • 4. Rams

Los Niners no poseen a un corredor primario dominante semana a semana, pero han dominado el arte del backfield por comité, uno que estará conformado por Raheem Mostert, JaMycal Hasty y el novato Trey Sermon, quien probablemente tendrá un rol secundario, después de Mostert. Los Niners se sienten tan bien respecto a este grupo, que cortaron al veterano confiable Wayne Gallman hace unos días. El rol del fullback Kyle Juszczyk es crucial para los Niners, en todas las facetas del juego, y un motivo más para dejarlos en la posición de honor para esta posición.

Los Seahawks cuentan con el mejor corredor primario de la división, Chris Carson. Sin embargo, es debatible si Carson se colocaría entre los mejores 16 titulares de la NFL. De cualquier modo, el mayor problema de Carson ha sido que no ha logrado mantenerse sano por los 16 partidos de una campaña en los tres años en que ha sido titular indiscutible, ausentándose en cuatro del año pasado por un problema en el pie. Su suplente principal, Rashaad Penny, es un ex recluta de primera ronda que también se ha visto diezmado por lesiones, impidiéndole colmar sus expectativas de draft. Alex Collins y Travis Homer completan un grupo bastante completo. Sin lesiones, y con una repartición inteligente de la carga de trabajo, este colectivo tiene potencial para superar al de los Niners.

La firma de James Conner pasó prácticamente inadvertida durante la agencia libre, pero no se sorprendan si termina el año como el titular por encima del versátil Chase Edmonds. ¿El motivo? Conner está acostumbrado a la carga completa de trabajo para el juego terrestre luego de cuatro años con los Pittsburgh Steelers, donde nunca pudo sacudirse por completo las lesiones, pero donde sí ganó una invitación al Pro Bowl. En cambio, Edmonds ha cumplido durante la mayor parte de su carrera un rol de corredor de cambio de ritmo, iniciando apenas cuatro de los 45 juegos profesionales en que ha aparecido, y nunca acumulando siquiera 500 yardas terrestres en una campaña. Sea quien sea el que salga de inicio en los partidos, parece que está claro que veremos a Edmonds en más situaciones de pase que a Conner, y a éste último en más jugadas de corto yardaje o zona roja donde parece obvio buscar a ras de piso.

Los Rams sufrieron la pésima suerte de perder a Cam Akers en una sesión de entrenamiento personal antes del inicio del campamento de entrenamiento. Akers pintaba para competir con Carson como el mejor corredor de la división, después de cerrar su temporada de novato con un duelo de 171 yardas terrestres en la Semana 13, y un partido de 131 yardas terrestres y uno más de 90, en la postemporada. Aunado a la salida de Malcolm Brown, ahora jugador de los Miami Dolphins, Akers estaba pautado para el rol protagonista de un backfield que, ahora, deberá recargarse en Darrell Henderson Jr. y el recién adquirido Sony Michel, quien tendrá la oportunidad de resucitar su carrera, luego de brillar intensamente en la victoria del Super Bowl LIII frente a estos mismos Rams, antes de ver caer su trayectoria en un bache importante.

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Receptores abiertos y alas cerradas

  • 1. Rams

  • 2. Cardinals

  • 3. 49ers

  • 4. Seahawks

Individualmente, los nombres de los receptores abiertos de los Rams no cargan el peso específico de aquellos en Arizona, pero cuatro años trabajando juntos –todos bajo el mando de Sean McVay— ha hecho de Robert Woods y Cooper Kupp una de las parejas más explosivas de la liga. El codiciado tercer puesto en el orden de los Rams estará disputado entre Van Jefferson, de segundo año, y el veloz veterano DeSean Jackson, con el novato Tutu Atwell recibiendo oportunidades, también. Del primer puesto al quinto, estamos ante una de las unidades más compactas en la NFL.

Los Cardinals han tirado los dados a que la carrera de A.J. Green no está acabada, y que puede brillar en un rol secundario detrás del súper estelar DeAndre Hopkins, quien es por mucho el mejor receptor abierto de esta división. Los Cards quedan ubicados detrás de los Rams porque, después de Hopkins, no estamos seguros si Green puede dejar atrás las lesiones que descarrilaron una trayectoria que se dirigía al Salón de la Fama en el último par de años, ni tampoco si algún día Christian Kirk o Andy Isabella podrán aprovechar las múltiples oportunidades que les brinda Hopkins ante coberturas individuales. El novato Rondale Moore, por cierto, presionará a Isabella por ese cuarto puesto en el orden. Será muy raro no ver a Larry Fitzgerald este año con el equipo.

Es imposible no considerar a DK Metcalf y Tyler Lockett entre las mejores duplas de la NFL, si bien no reciben el reconocimiento de otras parejas. Metcalf sigue creciendo en camino a convertirse en un dominante WR1, aunque necesita trabajar mucho en la seguridad de manos, y Lockett es capaz de hacer magia a pesar de que no impone físicamente. El problema de Seattle es que el grupo de receptores luce vulnerable detrás de ellos dos. Freddie Swain y Dee Eskridge completan el grupo, aunque es de suponerse que Seattle sumará a algún veterano antes de que llegue la Semana 1.

En San Francisco, Brandon Aiyuk es la gran esperanza, después de una prometedora campaña de novato. Sin embargo, queda la interrogante si estamos ante un potencial receptor abierto N° 1 genuino, o simplemente un muy buen N° 2. Los Niners enfrentaban la misma interrogante respecto a Deebo Samuel, elegido un año antes en el draft, y todavía no conocen la respuesta. La llegada Mohamed Sanu debería llevarnos a pensar que aportará estabilidad, pero no podemos olvidar que fue un fiasco monumental en su paso por New England, y desde entonces ha sido un fantasma. Jalen Hurd algo de posee potencial, pero ha pasado sus dos temporadas de NFL en la lista de reservas lesionados.

En el rubro de alas cerradas, no hay nadie remotamente cercano a George Kittle de San Francisco, probablemente el mejor ala cerrada de toda la NFL, o al menos el que posee el juego más completo. La presencia de Kittle alivia un poco las carencias de los Niners entre los receptores abiertos, pero si Kittle sufre otra temporada de lesiones, como la del 2020, volverá a haber problemas en el club.

Tyler Higbee se ha convertido en un buen complemento para Woods y Kupp en el ataque de los Rams, pero todavía no es un ala cerrada de primera línea en la liga. La trayectoria es ascendente, sin embargo. Los Seahawks apostaron por Gerald Everett, un suplente Higbee en años recientes, quien proyecta robarle muchas oportunidades a Will Dissly.

En el fondo, Arizona luce como el equipo más desprotegido en la posición de ala cerrada, con Maxx Williams como titular, respaldado por Darrell Daniels y Demetrius Harris.

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Línea ofensiva

  • 1. 49ers

  • 2. Rams

  • 3. Seahawks

  • 4. Cardinals

Contar con un tackle izquierdo de primera línea en la NFL siempre te dará una ventaja sobre el rival, y esa es la posición que ostenta San Francisco con Trent Williams. Por si fuera poco, el tackle derecho Mike McGlinchey, es más que confiable, y la incorporación del centro Alex Mack estabilizará el interior de una línea donde Laken Tomlinson y Aaron Banks fungen como guardias.

Los angelinos poseen a un tackle izquierdo confiable en Andrew Whitworth, quien ha disfrutado de un segundo aire –¿o tercero?– en su carrera. El flanco derecho está en buenas manos con los poco espectaculares pero efectivos Rob Havenstein por fuera y Austin Corbett por dentro, dejando a Brian Allen a recuperar el puesto de centro que pareció pertenecerle en el 2019, antes de que una lesión de pierna lo dejara sin la campaña del 2020. David Edwards, quien ha iniciado 24 partidos a lo largo de sus dos años con Los Angeles, se encarga del guardia izquierdo.

Retomando lo dicho arriba, contar con un tackle izquierdo de primera línea puede hacer toda la diferencia para un club a la ofensiva, y los Seahawks todavía no saben si podrán contar o no con Duane Brown, por más optimismo que tenga el head coach Pete Carroll. El cuatro veces jugador de Pro Bowl y una vez All-Pro de primer equipo espera un nuevo contrato, y Seattle no parece estar muy dispuesto a otorgarlo. Con él, y la incorporación del tackle derecho Gabe Jackson, esta unidad pinta para estar, como mínimo, entre las mejores 16 de la NFL. Sin Brown, olvídenlo. Damien Lewis jugó inesperadamente bien como novato el año pasado, y trabaja como guardia izquierdo, mientras que Brandon Shell funge como el tackle derecho. El puesto más vulnerable es el centro, donde se desempeña Ethan Pocic. Si Brown no se aparece, Stone Forsythe será el encargado de cuidar el lado ciego de Wilson.

El mejor jugador en la unidad es el centro Rodney Hudson, quien llegó al desierto vía canje de Las Vegas Raiders. Arizona confía mucho en su tackle izquierdo D.J. Humphries, y la incorporación de Kelvin Beachum a los Cards como tackle derecho el año pasado fue una de las movidas subvaloradas en el 2020. El guardia Justin Pugh es cumplidor, a secas, y al otro lado se espera que Brian Winters dé pelea por la titularidad a Justin Murray. No es una unidad espectacular, es verdad, pero la llegada de Hudson puede ayudar en mucho a elevar el nivel del grupo.

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Línea defensiva

  • 1. Rams

  • 2. 49ers

  • 3. Seahawks

  • 4. Cardinals

Después de apenas siete años en la NFL, todos ellos con invitaciones al Pro Bowl, y todos menos uno culminando con nombramientos All-Pro de primer equipo, Aaron Donald ya está en la conversación del mejor tackle defensivo en la historia del juego. Así de bueno es el tres veces Jugador Defensivo del Año. Para este año, Donald se quedó sin uno de sus socios más confiables, Michael Brockers, canjeado a Detroit poco tiempo después de Goff, y después de haber elogiado la llegada de Stafford. Su lugar lo toma un ex jugador de los Lions, A’Shawn Robinson, quien fungió como suplente de Brockers el año pasado para los Rams. El tackle nariz titular será por tercer año consecutivo Sebastian Joseph-Day. La capacidad de Donald de adueñarse de los partidos ubica a los Rams en la cima de este grupo posicional.

Los Niners perdieron una tonelada de talento de cara a la temporada pasada, cuando traspasaron a DeForest Buckner a los Indianapolis Colts. Para su mala suerte, perdieron otro tanto cuando una lesión dejó a Nick Bosa fuera por toda la temporada después de dos partidos, y a Dee Ford fuera después de uno. A pesar de la profundidad lograda con jugadores como Arik Armstead, D.J. Jones, Kentavius Street y el novato de primera ronda Javon Kinlaw, era irreal esperar que esta unidad jugara como lo hizo el año previo, cuando San Francisco alcanzó el Super Bowl. Ford y Bosa estarán de regreso, pero no Buckner. ¿Será eso suficiente para que esta unidad retome su calidad de primera línea? Quizás, pero para eso hace falta que Kinlaw, y sobre todo Armstead –el jugador que recibió una extensión multimillonaria a costa de salida de Buckner–, den el paso al frente y eleven su nivel de juego. El ex defensivo de los Rams, Samson Ebukam, es una sólida pieza para la rotación, mientras que Arden Key –quien fracasó con los Raiders como recluta de tercera vuelta del 2018– es una apuesta de bajo riesgo que podría convertirse en el comodín de la unidad.

Si algo tiene Seattle, es una rotación profunda de linieros defensivos, un hecho que ayudará a compensar la falta de nombres estelares en el grupo. Quizás, el mejor jugador sea el tackle Poona Ford, un novato no reclutado del 2018 que se ha hecho de un nicho importante con los Seahawks. Jugará en el interior al lado de Al Woods, un veterano de 10 temporadas de experiencia, nueve de ellas como parte de una rotación, en su segunda estadía en Seattle. El ala Carlos Dunlap fue una adición positiva a media temporada del año pasado, contribuyendo con cinco capturas en ocho apariciones después de verse ignorado por los Cincinnati Bengals. En el flanco del lado contrario, la afición de Seattle sigue esperando a que L.J. Collier colme sus expectativas como recluta de primera ronda del 2019, después de sumar apenas tres capturas –todas del año pasado, cuando inició los 16 encuentros– en dos temporadas como profesional. La colección de suplentes conformada por Kerry Hyder Jr., Benson Mayowa y Rasheem Green serán fundamentales para aliviar la presión sobre Collier.

Incluso a sus 32 años de edad, y afectado frecuentemente por diversas lesiones en años recientes, sumar a un tipo de la talla de J.J. Watt va a mejorar tu rotación defensiva. El cinco veces jugador de Pro Bowl, cinco veces All-Pro de primer equipo y tres veces Jugador Defensivo del Año en la NFL tuvo argumentos sólidos para llevarse el premio a Regreso del Año en el 2018, después de jugar apenas ocho partidos en las dos campañas previas. El 2021 puede ser su revancha. A Watt lo acompañan en la línea titular dos jugadores de segundo año: Rashard Lawrence en la punta y Leki Fotu en el ala opuesta. La rotación incluye también a los jugadores de tercer año, Michael Dogbe y Zach Allen. Realmente, la mayor experiencia entre los suplentes es de Jordan Phillips y Jack Crawford, pero por el momento ambos se encuentran en la lista de reservas lesionados. Phillips podrá regresar en el año, pero no Crawford, quien fue puesto en la lista antes de quedarse en la lista final de 53 jugadores.

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Linebackers

  • 1. 49ers

  • 2. Seahawks

  • 3. Cardinals

  • 4. Rams

Si la discusión por el mejor linebacker de la NFL –descontando a los especialistas en presionar quarterbacks de esquemas 3-4, como T.J. Watt–, se centra en Bobby Wagner de Seattle y Darius Leonard de los Colts, Fred Warner está tocando a la puerta. El líder de la defensiva de los Niners, Warner acaba de ser recompensado con una extensión de contrato que promedia 19 millones de dólares anuales, la mayor cantidad para un linebacker interno en la NFL. Warner está flanquado por un muy subvalorado Dre Greenlaw, de quien no falta mucho para que se hable más, y Azeez Al-Shaair, elemento que a lo largo de dos años en San Francisco poco a poco se ha ido ganando más confianza. Si Al-Shaair sufre de inconsistencia, siempre estará el confiable Marcell Harris para darle un respiro.

Wagner sigue siendo una garantía a sus 31 años de edad, y no hay duda de que se trata del segundo jugador más importante en Seattle. Sin embargo, este año será su primero sin K.J. Wright jugando a su lado, después de que el equipo lo dejara emigrar en la agencia libre, con los Seahawks apostando a que el jugador de segundo año Jordyn Brooks está listo para asumir el rol por el lado débil. En el lado fuerte de la formación hallamos a Cody Barton, un linebacker con muchos minutos jugados en sus primeros dos años en la liga. El suplente Ben Burr-Kirven se perderá la campaña en la lista de reservas lesionados, significando que Seattle todavía no tiene completo a su grupo de linebackers para el inicio de campaña y que veremos al menos una contratación más.

La situación de Chandler Jones en Arizona parecer ser frágil, con reportes de que el linebacker externo ha pedido su canje, después de no recibir respuesta favorable del club en su búsqueda por un nuevo contrato. Los Cardinals podrían estar renuentes debido a que Jones se perdió 11 partidos de la temporada pasada por una lesión en el bíceps. Por el momento, Jones estará en la plantilla inicial para el arranque de campaña, pero no podemos descartar que sea traspasado antes de la fecha límite del 2 de noviembre. Mientras tanto, la afición de Arizona debe sentir mucho optimismo por lo que pueda generar Jones con la ayuda de Watt, un calibre de socio que nunca tuvo antes. Las dos posiciones internas son para Isaiah Simmons en su segundo año, después de una campaña de novato en la que Arizona pareció tenerle muy poca confianza, y el novato Zaven Collins. Esa inexperiencia significa que Jordan Hicks –quien perdió su puesto titular por decreto ante Collins después de dos campañas muy productivas– seguramente seguirá viendo muchos minutos desde la banca. Markus Golden completa el cuarteto en la orilla opuesta a Jones como un linebacker que ha disfrutado pasajes productivos en su carrera –incluyendo dos temporadas de doble dígito de capturas–, y que está en su segunda estadía en el desierto.

Los Rams evitaron un duro golpe de agencia libre cuando lograron renovar con Leonard Floyd por cuatro temporadas en vez de despedirse de él en el mercado abierto: Después de todo, Floyd disfrutó una temporada de destape en el 2021, con 10.5 capturas, la primera campaña de doble dígitos de su carrera. El resto del colectivo está conformado por jugadores de poco renombre, incluyendo a Troy Reeder, Kenny Young y Justin Hollins en las otras tres posiciones titulares –con 21 inicios combinados entre ellos– y los suplentes Terrell Lewis y Ogbonnia Okoronkwo.

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Defensiva secundaria

  • 1. Rams

  • 2. 49ers

  • 3. Cardinals

  • 4. Seahawks

Si contar con el mejor liniero defensivo interior del juego no es poca cosa, tampoco lo es contar en la misma unidad con el mejor esquinero de la liga. Ese es el caso de los Rams, con Jalen Ramsey. Los Angeles pagó dos selecciones de primera ronda y una de cuarta a los Jacksonville Jaguars por Ramsey en un canje de media temporada del 2019, y casi de inmediato le otorgó una extensión contractual colosal. Ramsey ha respondido acorde, con dos campañas de Pro Bowl y una selección All-Pro desde que viste el uniforme angelino. Darious Williams se afianzó en la titularidad en la esquina opuesta de Ramsey el año pasada, y el safety Taylor Rapp luce como un jugador en ascenso, si logra mantenerse sano. El otro safety, Jordan Fuller, es quien llevará el punto verde sobre el casco –marcando que lleva el dispositivo de comunicación con la banca– continuando la tradición de los Rams de tener a un profundo como el vínculo con los entrenadores tras la salida de John Johnson III.

Los Niners hicieron un trabajo notable de retención de talento en la secundaria, con los esquineros Jason Verrett y K’Waun Williams renovando por una temporada y Emmanuel Moseley firmando por dos, en lugar de emigrar en el mercado abierto. Ellos son los tres esquineros principales del club. Lo mismo ocurrió con el safety titular Jaquiski Tartt, quien renovó por una temporada. A eso, hay que sumarle que se mantiene bajo contrato el otro safety titular Jimmie Ward, y que San Francisco sumó al veterano Tavon Wilson, quien aportará profundidad. El grupo es bastante sólido, aunque no haya un verdadero súper estrella, más allá de Verrett.

Fitzgerald no será el único ícono que echará de menos en Arizona. Por primera vez desde el 2011, Patrick Peterson no será uno de los esquineros titulares. La responsabilidad de cubrir a los receptores abiertos recaerá en Byron Murphy Jr., Robert Alford, Tay Gowan y Marco Wilson, principalmente, dado que Darqueze Dennard no podrá jugar en toda la temporada, y ya está en la lista de los reservas lesionados. La situación entre los profundos es notoriamente mejor, con Budda Baker entre lo mejor que hay en la liga, bien complementado por Jalen Thompson y Deionte Thompson.

La situación de Seattle no es tan diferente a la de los Cards. Este año, jugarán sin su mejor esquinero de los años recientes, Shaquill Griffin, quien ya es jugador de los Jags. Su mejor jugador es un safety, en este caso, Jamal Adams, quien lideró al equipo la temporada pasada en capturas, y quien acaba de recibir una millonaria extensión de contrato. Los esquineros titulares son Tre Flowers y D.J. Reed, con el equipo esperando aporte del recién incorporado Sidney Jones IV. Quandre Diggs y Marquise Blair apoyan a Adams en lo profundo del terreno de juego. La diferencia, y motivo por el cual Seattle queda colocado por debajo de Arizona, es que los Seahawks requieren tanta ayuda de Adams para presionar a los quarterbacks rivales, que quedan peligrosamente descubiertos atrás, algo que sufrirán este año más sin Griffin. Baker también está acostumbrado a jugar mucho en la caja para los Cardinals, pero no tanto como Adams en Seattle.

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Coaches

  • 1. Seahawks

  • 2. Rams

  • 3. 49ers

  • 4. Cardinals

Tres de los cuatro head coaches de este sector saben lo que es liderar a un equipo al Super Bowl, pero solo uno de ellos sabe lo que es conquistarlo. Carroll no solamente ha probado el éxito a nivel NFL, sino lo hizo también antes en una etapa previa al frente de USC en las filas universitarias. Carroll ha encontrado el modo de conectar con sus jugadores a pesar de que se trata del entrenador en jefe de mayor edad en la liga. Sus últimos años no han sido sus mejores al frente de Seattle, pero su experiencia después de haberlo ganado todo le da cierta ventaja sobre el resto, con todo y que no cuenta con el mejor grupo de Seahawks que ha tenido.

Hace no mucho, McVay era el head coach que todos querían, con un montón de equipo contratando imitaciones del head coach de los Rams, incluyendo uno aquí mismo en la división. McVay disfrutó de un éxito rápido al frente de los angelinos, pero el club se ha ido desvaneciendo después de que una poderosa ofensiva no lograra anotar touchdown en el Super Bowl LIII. Con un nuevo gatillero en los controles, McVay espera volver a colocar a los Rams entre las ofensivas más explosivas de la liga.

Shanahan es otro de los coaches jóvenes que suelen nombrarse a la hora de discutir a las mentes ofensivas más creativas, junto a McVay. También, es el head coach que vio a los Niners despilfarrar una ventaja de doble dígito en el Super Bowl LIV. Antes de eso, fue el coordinador ofensivo de unos Atlanta Falcons que sufrieron un colapso histórico en el Super Bowl LI, arriba 28-3, para caer ante New England. Como McVay, Shanahan apuesta a que un nuevo quarterback puede ser la pieza que le falta a su rompecabezas, pero los Niners tomaron un camino diferente, dejando a Garoppolo en plantilla, por ahora, en lo que el novato Lance está listo para tomar el control, en lugar de simplemente cambiar a su titular por otro veterano en el mercado de canjes.

Ya que mencionábamos la moda de contratar coaches que parecían imitaciones de McVay, los Cards fueron uno de esos clubes, dándole el timón a Kingsbury después de una trayectoria como entrenador en jefe colegial mediocre. Un amigo personal de McVay, estuvo a punto de aceptar una posición como consultor ofensivo de los Rams en el 2019 antes de que Arizona le ofreciera su vacante de head coach. En dos años acumula marca de 13-18-1, no conoce lo que es una temporada ganadora, y habrá presión sobre sus hombros para demostrar que Murray sigue progresando como quarterback de NFL.

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Líneas de apuesta

  • 1. Rams

  • 2. 49ers

  • 3. Seahawks

  • 4. Cardinals

Los sportsbooks están divididos respecto a quién es el favorito para ganar la NFC Oeste, con algunos favoreciendo a los Rams con líneas que van desde +175 hasta +200, y otros ubicando a los Niners como favoritos con líneas de +180 a +200.

No muy lejos están los Seahawks, con +275 a +280 en la línea de dinero por el primer puesto de la división, y finalmente los Cards son los que menos fe generan, con líneas de dinero que van desde +550 a +650.

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Pronósticos para el 2021

  • 1. 49ers

  • 2. Rams

  • 3. Cardinals

  • 4. Seahawks

La NFC Oeste es una división muy cerrada de principio a fin, con los cuatro equipos mostrando fortalezas evidentes, aunque también algunas debilidades.

La experiencia de la plantilla de los Niners, y el modo en que logran exprimir producción de posiciones repletas de jugadores sólidos pero no necesariamente de gran renombre –corredores y esquineros, por ejemplo– genera buen optimismo alrededor de este club. Además, el cambio de ritmo que puede aportar Lance conforme vaya ganando minutos, puede ser la chispa que necesita este equipo para separarse del resto.

Los Rams, a su vez, cuentan con las dos individualidades que más pueden pesar, y ambas juegan a la defensiva. Donald y Ramsey son especiales, y ellos son capaces de inspirar a un grupo que, fuera de ellos, carece de mucho cartel en otras posiciones defensivas. Stafford ha tenido campañas notables en el rubro estadístico, incluyendo una de más de 5,000 yardas en el 2011. Stafford alguna vez contó con un trío de receptores conformado por Golden Tate, Marvin Jones Jr. y Kenny Golladay que no le pedía nada al grupo de Rams a quienes dirigirá sus pases ahora. Si bajo la guía de McVay no logra mostrar más de lo que ha mostrado en el pasado, rápidamente se apagarán las voces que buscan incluirlo en la conversación como futuro miembro del Salón de la Fama.

La incorporación más importante para Arizona es el regreso de Jones como especialista en presionar quarterbacks, y su sociedad con Watt podría hacer saltar a la defensiva uno o dos niveles. Aunado a las posibilidades que la presencia de Green le pueda brindar a Hopkins, no se puede pedir mucho más en el juego aéreo para un Murray que ha dado pinceladas de grandeza, pero que también ha defraudado en momentos en que se esperaba más de un primer recluta global de draft. ¿Hay espacio para crecer para Murray? Por supuesto. Arizona no parece enfrentar una campaña de ganar o perder el empleo, pero un boleto adicional para postemporada por conferencia parece ser suficiente como para esperar de regreso en playoffs a los Cards por primera ocasión desde el 2015. Menos que eso sabrá a decepción.

Seattle podría estar necesitado de una reconstrucción menor, sin darse cuenta. La situación de línea ofensiva con Brown, y las salidas de Wright y Griffen a la defensiva, podrían significar que el equipo requiere al menos un draft más para empezar a encontrar respuestas para las interrogantes que quedan. Adams y Metcalf, son bastante jóvenes aún, Wilson y Lockett tienen tiempo. Para Wagner, hay un poco más de apuro. Si hay un equipo en esta división donde no es claro que la flecha apunta hacia arriba, es Seattle, aunque no necesariamente significa que apunta hacia abajo, tampoco.

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