NFL 2021 Día 9 de la Previa MARCA Claro de cara a la temporada 2021
De haberse hecho con Aaron Rodgers, los Broncos de Denver estarían entre los favoritos a ganar el Super Bowl. Tienen prácticamente todo lo necesario para ello (alguna mejora en la línea ofensiva, pero un QB de élite suple mucho esto). En lugar de eso, se tienen que quedar con una de las pocas batallas por la titularidad en la posición más importante, con dos opciones que no están entre las más atractivas.
Denver tiene opciones de acabar su sequía de cinco años sin Playoffs, aunque el mariscal limita sus aspiraciones y pone en riesgo a un equipo que sigue sin poder encontrar al sucesor de Peyton Manning. Van 10 que han tenido poco o nada de éxito. El décimo (Drew Lock) tiene una última oportunidad para evitar ser otro fracaso de John Elway, pero le confían tan poco que el undécimo (Teddy Bridgewater) ya está a bordo, aunque solo tiene un partido de Playoffs, el cual perdió 10-9.
Comenzamos con la defensiva, donde hay más certezas. Vic Fangio, en sus anteriores equipos, tarda par de años en que su defensiva dé el salto. Le pasó en los Texans (2004 tuvo su mejor año de los cuatro ahí) y más recientemente en Chicago, donde pasó de 23 en eficiencia a 14 en su tercera campaña, antes de ser la mejor en 2018.
Denver va por ese camino, siendo a #13 en 2019 y 2020. La eficiencia cayó un poco, aunque mucho les ayudó el ser la mejor defensiva en la zona roja. Ahora, tienen un equipo mejor. MUCHO mejor.
Llegan refuerzos en todas las líneas. Mike Purcell solo jugó 6 partidos y vuelve como tackle nariz. Shamar Stephen nunca ha brillado en números, pero es un tipo que abarca mucho espacio y ayudará a mejorar la defensiva 25 en eficiencia contra la carrera al ocupar espacio y liberar al resto.
Von Miller se perdió todo 2020 por una lesión en el tobillo previo a la semana 1. Sin él, Bradley Chubb terminó solo con 28 presiones, la mitad de las que Miller tuvo solo en 2019 (52, séptimo en la liga). Malik Reed estará en la rotación para presionar. Los linebackers internos, Alexander Johnson y Josey Jewell, superaron las expectativas y no son una debilidad ni contra la carrera ni contra el pase.
El perímetro es el que luce mejor todavía. La dupla de safeties de Justin Simmons y Kareem Jackson vuelve. Eligieron a Patrick Surtain II, quien ya tuvo un pick six en pretemporada y brilló en Alabama, jugando en todo el campo. Tiene el tamaño para jugar ante el WR principal del rival. Llegan también Kyle Fuller, quien tuvo su mejor temporada con Fangio en Chicago en 2018, y Ronald Darby tras un buen año en Washington. Ya tenían a Bryce Callahan, quien solo ha jugado 10 partidos en dos años en Denver y por la falta de talento en los córners, jugaba más en el exterior que en el slot, donde es uno de los mejores de la liga.
Con todo, el perímetro de Denver puede ser de los mejores de la liga y vuelve Von para aprovechar eso y convertirlo en presiones. Miller y Chubb solo han jugado una temporada completa juntos, 2018, y ese año se combinaron para 26.5 sacks. Se enfrentan además al segundo calendario más fácil de la liga y quinto más fácil en ofensivas. Los ingredientes están para volver a ser una de las mejores defensivas de la liga.
Noah Fant tiene las manos que quieres para un ala cerrada moderna y fue el líder de los Broncos en recepciones. Courtland Sutton fue al Pro Bowl en 2019 pese al pésimo nivel de los quarterbacks y vuelve tras romperse el cruzado en la semana 1 de 2020. Los dos novatos del año pasado, Jerry Jeudy y K.J. Hamler, tuvieron de los peores porcentajes de pases dejados caer, pero tienen velocidad y, sobre todo Jeudy, era uno de los mejores prospectos del Draft 2020. Brillaron en la semana 1 de la pretemporada. Tim Patrick fue lo contrario: sin tanta reputación (no fue elegido en el Draft), pero no soltó un pase y atrapó 6 touchdowns y 51 pases en total el año pasado.
De corredores tienen a Melvin Gordon, sólido y nada espectacular, y eligieron en la segunda ronda a Javonte Williams, quien brilló en UNC. La línea ha visto mejoras, sobre todo del tackle izquierdo Garrett Bolles, siendo la incógnita el otro tackle, ya que Ja’Wuan James fue cortado ya que se rompió el tendón de Aquiles y en 2020 optó por no jugar por la pandemia, por lo que hay tensión laboral entre la liga y el sindicato por este acto de los Broncos.
Elementos hay para construir una buena ofensiva. De haberse hecho con Aaron Rodgers, serían uno de los ataques más talentosos de la liga, pero ahora hay que capotear el temporal con dos opciones de mariscales que distan de ser top y un entrenador que hace todo muy difícil.
En el siguiente punto hablaremos más de Drew Lock, pero antes hay que mencionar al coordinador ofensivo, Pat Shurmur, contratado en 2020 tras sus dos años como head coach de los Giants, en los que terminó 5-11 y 4-12, pasando de ser la ofensiva 17 en yardas y 16 en puntos a la 23 y 18. Fangio consideró que era suficiente para comandar su ofensiva… que terminó 23 y 28 en su primer año.
Algo afectó que sus receptores soltaron la mayor proporción de pases en 2020, además de que usaron tres mariscales y el experimento Kendall Hinton camino a ser el equipo con más pérdidas, pero lo más preocupante es que Shurmur no ayudó nada a Lock.
La mejor forma de ayudar a un QB es poniéndolo a lanzar en primera y segunda, usando la mayor cantidad de engaños de carrera y hombres en movimiento para diagnosticar más fácil y encontrar huecos. Shurmur no hizo nada de eso.
Con playaction en los primeros downs en las primeras mitades, Denver promedió 7.8 yardas por intento y 52% de success rate, comparado con 5.6 y 43% sin, según Sharp Football. Vieron el mayor incremento en producción en la liga usando engaños de carrera, pero solo tuvieron engaños de carrera en 22.9% de sus intentos de pase, una proporción muy por debajo del promedio. Pasó lo mismo con hombres en movimiento, de 58% con a 42% sin; lo peor: en 2019 fueron los octavos que más hombres en movimiento ponían (44%) y en 2020 pasaron al solo 10.5%. En total, incrementaron en 100 jugadas sin engaños y sin hombres en movimiento que el año previo y los resultados fueron fatales.
Denver incrementó su cantidad de jugadas en la escopeta o pistol de 55% a 66%, pero cantaban lo que hacían: bajo centro corrían el 71% de jugadas y pasaban el 72% lejos del centro. Era acarreo cantado si tenían menos de tres receptores en el campo, 63%, y las defensas metían ocho a la caja. Resultado: 31% success rate y 3.2 yardas por acarreo. Shurmur no ajustó por más que Lock era mejor bajo centro o aún haciendo engaños de carrera desde la escopeta.
Ya mencionamos que la ofensiva fue 28 en puntos, pero fue todavía peor en las primeras mitades. Gran parte del problema fue que corrieron la cuarta mayor proporción en primer down camino a tener la mayor cantidad de yardas por avanzar en segunda, 8.2, únicos arriba de 8. Cayendo en la miope y arcaica idea de ‘proteges al QB corriendo en primera y segunda para estar en tercera y manejable‘. Fueron por tierra en la tercera mayor proporción en segunda y el resultado fuela mayor cantidad de yardas por avanzar en tercera en toda la NFL. Problema cuando tu QB, por más que tiene un lanzacohetes de brazo, no es preciso. Al descanso llegaron perdiendo en promedio por 6 puntos, algo que no quieres con un QB que no es una certeza.
Ah, vuelve Shurmur para 2020.
Un equipo que tiene dos mariscales no tiene ninguno. Una cosa es tener el plan de sucesión en espera (Jordan Love en los Packers, Patrick Mahomes en KC), pero si hay lucha en la pretemporada por el puesto, no es algo bueno.
Es muy probable que tanto Drew Lock como Teddy Bridgewater jueguen en algún punto de 2021. Los mariscales no podrían ser más distintos: el primero con un gran brazo, pero la mira chueca; mientras que el segundo no arriesga. De los 32 mariscales que iniciaron al menos 16 partidos desde el 2019, Teddy Bridgewater es el segundo mejor en porcentaje de completos (69.25%) y Drew Lock es el peor (59.1%), pero los pases de Teddy estuvieron 7.1 yardas en el aire en promedio, #32 entre los 44 mariscales con al menos 100 pases lanzados; Lock fue 8.8, quinto mayor.
Bridgewater podría ser más del estilo de Vic Fangio, quien coincidió con Alex Smith en San Francisco y Mitch Trubisky en Chicago. La instrucción es que el QB no pierda el partido. Eso puede llevarte hasta cierto punto, como refleja Teddy y su marca de 26-23 como titular, con solo un partido de Playoffs en el que sus Vikings anotaron 9 puntos.
Lock tiene un piso más bajo por sus errores e imprecisión, pero también un mayor techo por su talento y juventud. El primer partido de pretemporada permitió ver un poco de ese talento en situaciones más favorables. Si pones a ambos en un esquema bien construido (léase, opuesto al de Shurmur en 2020), Lock debería dar mejores resultados.
Ninguno es una opción de Super Bowl. Lock te acercaría más, pero te puede alejar más. Teddy ya llegó alguna vez a Playoffs y no lo hizo mal en relevo con los Saints en 2019. Con la presión de llegar a la postemporada para salvar puestos, quizás Bridgewater se convierta en el favorito, por más de que no puedes esperar mucho más que un duelo de comodines.
Ya lo mencionamos en el primer punto: Denver tiene un calendario amigable. Sí, hay dos citas con Mahomes, pero una es en la semana 18, cuando quizás los Chiefs descansen. Se miden a la AFC Norte y sus tres equipos de playoffs del año pasado, pero de la NFC les toca la división más mala (Este) y el partido extra es con Detroit,además de duelos con Jaguars, Jets y Bengals (enfrentan a 5 de los peores 7 equipos de 2020).
En general, pasan del quinto itinerario más complicado al segundo más sencillo, según las líneas de apuestas. Lo único que no les salió a su favor es que solo tienen un partido en casa en septiembre, al iniciar con dos de visita. Si bien han perdido cuatro en fila en el mes inicial, históricamente los equipos sufren al no estar en plenitud en lo físico al subir a la Milla Alta: 75-24-2, y habían ganado 13 en fila antes de esta racha de derrotas que tuvo dos caídas polémicas por idéntico 16-14 con gol de campo de último segundo (Bears 2019, Titans 2020).
En resumen: los Broncos tienen el calendario y la defensa para pensar en terminar con su peor sequía de postemporada desde mediados de los setenta. Su última aparición en los Playoffs fue cuando ganaron el Super Bowl 50. No tienen el mariscal para competir por el anillo, pero si Lock o Teddy son promedio y no de los peores de la liga, se pueden colar.
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