NFL 2021 Día 31 de la Previa MARCA Claro de cara a la temporada 2021
Durante las primeras 17 semanas de la temporada 2020, los Chiefs parecían intocables camino al bicampeonato. Tuvieron la mejor marca de la liga y los principales contendientes no representaron un desafío: pasaron sin problemas de Bucs, Saints, Ravens…, pero comenzaban a tener fracturas en la armadura, ocasionadas por las bajas en la línea ofensiva.
Mahomes se lesionó en la ronda divisional y las alertas subieron varios niveles. La cuarta baja de un liniero ofensivo terminó siendo la catastrófica y los Buccaneers cobraron venganza en el Super Bowl.
Extraño como funcionan las cosas: una franquicia que pasó 50 años sin llegar al Super Bowl considera un fracaso terminar segundos, pero eso pasa cuando tienes un talento generacional en la posición más importante.
Vuelve la banda prácticamente completa y hasta mejorada para intentarlo juntos una última vez, antes de que algunos tengan que irse porque entrará en vigor el contrato masivo de Mahomes. Pero de momento, en Kansas City siguen entre los principales favoritos.
Kansas City tuvo marca de 14-1 con Mahomes como titular (no jugó la semana 17). Comenzaron 7-1, con todas sus victorias salvo una por al menos 9 puntos (el extraño debut de Herbert), pero de ahí comenzaron a menospreciar a los rivales. Jugaban literalmente con ellos, pisando el acelerador solo cuando lo sentían necesario, sin jugar al cien la mayoría del tiempo. Prender y apagar el switch y llegó un momento en que se rompió el interrumptor.
Carolina tuvo un gol de campo largo para ganarles, pero fallaron (33-31). Necesitaron remontadas en el último cuarto en la revancha ante Raiders y ante Atlanta. Denver les complicó (22-16). Iban ganando por 17, 20 y 14 en el cuarto periodo ante Tampa, Miami y Nueva Orleans, antes de ganar por 3, 6 y 3. Pasó lo mismo en la final de la AFC (38-15 terminó en 38-24).
La lesión de Eric Fisher fue la gota que derramó el vaso en la línea ofensiva. Los Bucs presionaron a Mahomes en 29 de 56 pases, la mayor presión para un QB en la historia del Super Bowl, camino al triunfo 31-9 de Tampa, la primera vez que Mahomes no anota un touchdown en su carrera. Cabe destacar que el partido cambia radicalmente cuando Reid, en lugar de aceptar el 14-6 al descanso y la opción de empatarlo en la primera posesión del tercer periodo, quemó dos tiempos fuera que hizo a los Bucs animarse y anotar un touchdown a 6 segundos del descanso que cambió todo e inició la corretiza a Mahomes, la cual se aseguraron de evitar con la inversión en la temporada baja.
Patrick Mahomes es uno de los mejores talentos en la historia de la liga y eso que solo lleva tres años de titular. Suple demasiadas carencias del equipo, pero aún para él, la línea parchada del Super Bowl fue demasiado.
De los proyectados titulares en el verano de 2020, solo uno, el centro Austin Reiter (quizás el peor), se mantenía en la misma posición ante los Bucs. De hecho, tuvieron 12 jugadores que iniciaron al menos un partido en la línea ofensiva, la mayor cantidad en la liga, y hablamos de un año en el que Eagles y Cowboys perdieron linieros a un ritmo preocupante.
Ya hablamos de la lesión de Fisher. El Dr. Laurent Duvernay-Tardif optó no jugar por la pandemia.Kelechi Osemele quedó fuera en la semana 5 y Mitchell Schwartz una semana después. Ante Tampa estaba todo sostenido por cinta adhesiva: Andrew Wylie jugó de tackle derecho cuando fue guardia antes de la lesión de Fisher. Mike Remmers era suplente y pasó de tackle derecho a izquierdo en el Super Bowl, donde repitió su pesadilla. Stefen Wisniewski fue firmado en noviembre luego que lo cortaran los Steelers. Nick Allegretti, un jugador de séptima ronda en 2019, fue el guardia izquierdo a partir de mitad de temporada.
Los Chiefs, sabiendo que Mahomes solo costará 7.4 millones contra el tope salarial este año (serán 36 en 2022 y después todo el tiempo arriba de 45 ‘kilos’), hicieron la prioridad uno, dos, tres y mil proteger al quarterback, aunque eso se llevó todo el dinero y dejó huecos en otros lados (más de eso en los siguientes puntos).
Llega Orlando Brown , vía cambio con los Ravens, para ser el tackle izquierdo. Firmaron al ex Patriot Joe Thuney. Sacaron del retiro a Kyle Long. Firmaron al centro de los Rams, Austin Blythe. Duvernay-Tardif vuelve tras combatir la pandemia desde las primeras líneas. Eligieron en la segunda ronda a Creed Humphrey, centro de Oklahoma, y en la sexta a Trey Smith, un liniero cinco estrellas saliendo de la preparatoria y que espantó a muchos equipos porque en 2018 le detectaron coágulos en los pulmones, pero eso no le impidió seguir jugando y ser elegido al equipo ideal del SEC sus últimos dos años. Pareciera un robo: talento de primera ronda cinco vueltas después.
Mahomes y su tendencia a extender jugadas complica la vida a cualquier línea, pero deberían mejorar la protección y también en situaciones de ‘poder’ (buscando una o dos yardas por avanzar), en las que fueron los peores en 2020. Por lo mismo, lanzaron más de la mitad del tiempo dentro de la yarda 5 del rival, porque una vez que no pudieron ante los Texans (sí, los Texans) en la semana 1, literalmente pasaron de correr. Han caído de la estratósfera a territorio mortal dentro de la 20: anotaron 73% de touchdowns en 2018, cayendo a 60% en 2019 y 58.9% en 2020, afectados porque dentro de la 20 es de las pocas situaciones en que es mejor correr.
Un detalle peculiar que puede hacer todavía más intratable a los Chiefs: podrían adoptar esquemas de bloqueo de trampa en jugadas RPO. Un concepto muy de la NCAA, que Alabama ha explotado a las mil maravillas porque pone en todavía peores situaciones a los linebackers.
Sí, estamos hablando de que Mahomes puede tener todavía más ventajas que las que ya le da Andy Reid al mandar la mayor cantidad de pases temprano, engaños de carrera y hombres en movimiento. Los otros 31 equipos pueden temblar de miedo.
Travis Kelce es el mejor ala cerrada de la liga y va camino a ser uno de los mejores de la historia (5 años seguidos con 1,000 yardas, récord consecutivo y absoluto desde 1970). Tyreek Hill puede ser el receptor más temido por su velocidad. Mahomes tiene un brazo y habilidad nunca antes visto. Pero no hay mucho más detrás de sus dos receptores preferidos.
Andy Reid, desde sus épocas en Philadelphia, lanza mucho a los corredores, pero eso también se ha caído los últimos años(de 9.5 yardas por intento en 2018 a 6.1 en 2019 a 5.2 en 2020), quizás el último año afectado por la mala línea, que reducía el tiempo para lanzar. El problema son los otros receptores.
Es casi un hecho que Sammy Watkins no estará a la altura de ser el pick #4 del Draft de 2014, cuando era el claro mejor receptor de una generación que incluía a Mike Evans, Odell Beckham Jr., Jarvis Landry, Brandin Cooks, Allen Robinson y Davante Adams. Las lesiones le quitaron sus ‘ruedas’, pero aún así era confiable cuando estaba en el campo, como evidencia el Super Bowl ante los 49ers, donde atrapó pases clave. Watkins está en Baltimore y no firmaron a nadie para reemplazarle.
Intentaron hacerse con JuJu Smith-Schuster a precio de rebaja, pero optó por volver a los Steelers. Así que el WR2 será Mecole Hardman, que tiene la velocidad pero no las manos de Tyreek. Byron Pringle y Demarcus Robinson completan el top 4. Ninguno de los tres tiene una temporada en que haya superado las 50 recepciones, 600 yardas o 7 touchdowns. Y no por falta de oportunidades: Robinson estuvo en el campo más de 60% del tiempo en 2020, Hardman el 45%.
Mahomes puede suplir muchas cosas, más con el tiempo extra que la renovada línea podría darle. Pero ya vimos lo que hizo Tampa, que sí, permitió daño a Kelce (10-133) y Tyreek (7-73), pero el resto solo tuvieron 9 recepciones y dejaron caer pases importantes.
Al tener a Mahomes y Andy Reid, los Chiefs saben que jugarán buena parte del tiempo con la ventaja en el marcador. Sus defensas están enfocadas en el perímetro, pero no les pidas que detengan al rival cuando van abajo (solo dos de las 10 derrotas de Mahomes han sido permitiendo 30 puntos o menos). El problema es cuando están perdiendo y otro problema es que no hay muchas mejoras en camino.
Tres años seguidos, los Chiefs terminaron 25 o peor en eficiencia contra la carrera. Ningún otro equipo tiene este ‘honor’. No es problema normalmente, pero vean el Super Bowl, que no pudieron regresarle el balón a Patty en la segunda mitad. Y la debilidad por tierra se ve en la zona roja: los rivales anotaron touchdown básicamente en tres de cada cuatro viajes, los peores en la NFL.
Frank Clark es particularmente malo contra la carrera y Chris Jones sacrifica disciplina por buscar la jugada grande, provocándola pero a favor del rival. Los linebackers no son particularmente buenos contra la carrera y son una seria debilidad contra el pase: segundos peores marcando a los corredores rivales. Esperaban que Willie Gay Jr. diera un paso en su segundo año, pero iniciará en la reserva de lesionados. Podríamos ver al novato Nick Bolton, quien fue quemado seriamente en Missouri y en el combine mostró la capacidad de cambiar de dirección de un tráiler (percentil 14 y 11 en los tres conos y el short-shuttle).
El perímetro es su mejor unidad. Han encontrado joyas tarde en el Draft para unirse al ‘Honey Badger’, Tyrann Mathieu, quien les permite versatilidad, dando soporte cerca de la línea cuando juegan con seis profundos, que hicieron en la cuarta mayor proporción en 2020.
La línea ha dejado de presionar recientemente y más de la mitad de sus capturas llegaron porque el perímetro sostuvo la cobertura mucho tiempo o el mariscal salió a correr. Steve Spagnuolo tuvo que mandar más cargas masivas que nadie en la temporada pasada para suplir la falta de ‘pegada’. Al coach le gustaría replicar lo que hizo en el 18-1 de los Patriots, presionando solo con cuatro, pero no tiene ese talento; es más, podría tener menos porque se fueron Alex Okafor y Tanoh Kpassagnon, que no son grandes nombres pero estaban en la rotación en la línea.
En el multi-universo, los Chiefs bien pueden ganar el Super Bowl, pero si no lo hacen, seguramente será porque se metieron en un partido de demasiados puntos, quizás como ese legendario lunes por la noche ante los Rams o la primera final de la AFC con Mahomes, cuando no pudieron hacer la tarea.
Los Chiefs buscan hacer algo pocas veces visto: llegar a tres Super Bowls consecutivos. Dos en fila ya era de por sí algo extraño (18 equipos han repetido, incluyendo a KC el año pasado). Solo tres veces se ha visto una racha de al menos tres apariciones en el partido grande: los Dolphins de los setenta (VI, VII y VIII), los Bills de los noventa (4, XXVI, XXVII, XXVIII y XXIX) y los Patriots hace poco (LI, LII y LIII).
Lo más habitual es que el perdedor del Super Bowl no vuelva a ganarlo al año siguiente: solo tres lo consiguieron (Cowboys de la temporada 1971, Dolphins de 1972 y Patriots en 2018). De hecho, 12 de últimos 27 perdedores del Super Bowl ni siquiera llegaron a los Playoffs. Le pasó a los 49ers el año pasado, que se vieron diezmados por las lesiones camino a un 6-10, pese a ser considerados como uno de los mejores planteles al inicio del año.
Si Mahomes se mantiene sano todo el año, los Chiefs estarán peleando no solo por llegar a los Playoffs, sino por la localía, y suerte queriendo ganar en Arrowhead en enero.
El diseño de Andy Reid y el talento del QB no los pueden igualar en la liga, pero el camino luce ligeramente más complicado porque la división tiene a Broncos y Chargers con mejoras considerables, además de que los Raiders fueron el equipo que más les costó en temporada y el único que les venció con Mahomes de titular. La AFC tiene contendientes como Bills y Browns, además de lo que puedan hacer Patriots, Ravens, Steelers, Colts y Titans.
Se ve un camino ligeramente menos cómodo que el año pasado, aunque parten como favoritos prácticamente en todos los partidos. Un poco de mejora en defensiva podría permitirles recuperar el anillo; un paso atrás de la ofensiva por la razón que sea y podría terminar esto aún antes que el año previo.
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