NFL 2021 Día 11 de la Previa MARCA Claro de cara a la temporada 2021
Desde que los Giants vencieron por segunda vez a los Patriots en el Super Bowl, no han vuelto a ganar un partido de postemporada. Llegaron una sola vez a los Playoffs en las últimas nueve temporadas, perdiendo en la ronda de comodines. Solo dos ocasiones tuvieron marca ganadora y en seis de las últimas siete, perdieron 10 o más partidos.
Es la peor época en la historia del equipo, que llega a 2021 en arenas movedizas porque otra temporada similar y podrían rodar cabezas cuando menos en la gerencia y en el quarterback. Daniel Jones y Dave Gettleman no pueden darse el lujo de perder, pero tampoco hay muchos argumentos que sustenten una mejora a lo visto en los últimos años y el calendario, pese a jugar en la NFC Este, tampoco les favorece.
Lo hemos dicho en otras previas, pero va de nuevo: el orden de importancia en la ofensiva es quarterback, línea, receptores y corredores. ¿En dónde tienen los Giants invertidos sus recursos? En la tercera y la cuarta. Yikes parte 1.
Elegir a Saquon Barkley con la segunda selección global de 2018 les perseguirá por siempre. Sí, físicamente es como mandado a hacer para jugar como corredor, pero solo en 2018 se mantuvo sano toda la temporada. Sus yardas por acarreo han caído cada año. Ya activaron su opción de quinto año, así que ahora ni barato será. Yikes parte 2.
Entre temporadas, ficharon a Kenny Golladay y John Ross en la agencia libre, parte de los 200 millones invertidos para 2021. En el Draft, tras retroceder, eligieron a otro WR, Kadarius Toney. Ya tenían a Sterling Shepard, Darius Slayton y Evan Engram. Tiene cierto sentido buscar jugadores explosivos para la ofensiva con menos yardas después de la recepción, pero para ello alguien tiene que hacerles llegar el balón.
Daniel Jones, lesionado buena parte del 2020, completó 62.5% de sus pases, solo mejor que Haskins, Darnold, Wentz y Lock. Yikes parte 3. No ayuda cuando permites 50 capturas (solo los Eagles permitieron más, con 65). PFF evaluó la línea como la 31 y se fue quizás su mejor liniero, Kevin Zeitler. Yikes parte 4.
Los Giants se aferran a que los jóvenes mejoren. Andrew Thomas, Matt Peart y Shane Lemieux sufrieron sus años de novato, terminando entre los peores de la liga en protección. Nate Solder vuelve tras optar por no jugar por la pandemia, siendo el único refuerzo. Yikes parte 5. Queda la carta de ‘revivir’ a Will Hernandez, enterrado el año pasado y quien fuera titular con el coach Rob Sale, quien regresa tras el pleito entre Dave DeGuglielmo y Marc Colombo. Como si esto no fuera suficiente… el sexto Yikes viene en el esquema.
Daniel Jones tiene movilidad y es sorpresivamente fue bueno lanzando profundo (solo Deshaun Watson superó su 46.2% en pases de 25 yardas en el aire, quinto con 57.7% en pases de más de 15… pero los G-Men fueron 28 en intentos de pases largos). Las lesiones no ayudaron y el esquema, menos.
Jason Garrett se ganó el apodo del ‘El aplaudidor’ porque en Dallas no llamaba la ofensiva ni la defensiva. Su función era aplaudir efusivamente y hacer un uso cuestionable de los tiempos fuera y desafíos. Le dieron el ataque de Nueva York, con menos talento que en los Cowboys, y pasó lo esperado: un fiasco (31 en puntos, 31 en yardas, 26 en eficiencia).
Saquon Barkley quedó fuera a la mitad del segundo partido, así Wayne Gallman asumió como corredor detrás de la infame línea ofensiva. Ningún esquema iba a poder brillar detrás de esos cinco, menos con un RB suplente, pero busca la forma de ayudar a tu QB, limitado de por sí y sin la salud de su lado. Solo Ravens, Patriots y Titans corrieron más en primera y segunda oportunidad en las primeras mitades que los Giants, según Sharp Football. No olvidemos: Saquon solo jugó 6 cuartos y aún así decidieron correr por decreto. Consecuencia: tercera y lo más largo por avanzar de toda la liga, 7.9 yardas en promedio. Ahí se explican tantos sacks y la segunda peor ofensiva en yardas y puntos.
Se nota que Garrett no confía en Jones porque los Giants corrieron en 66% de las jugadas cuando el rival tenía ocho jugadores o más en la caja. Nada de cambiar la jugada a pase al ver a la defensiva esperando las jugadas por tierra. Y para el colmo, había señales flagrantes: si Dion Lewis estaba en el campo, lanzaban 83% de las veces (felicitaciones por el 4.3 yardas por intento); si estaba Gallman sin Darius Slayton, era por tierra en 76% para un fabuloso 2.7 yardas por acarreo. Y tampoco vio que Jones no está cómodo en engaños de carrera bajo centro, pero sí desde la escopeta.
Garrett tiene que cambiar esto porque por más que tengas un buen cuerpo de receptores, Jones necesita estar en situaciones favorables y no de nuevo en un bucle sempiterno de 3&8 en el que se convierta en una piñata humana.
La defensiva de Nueva York es mejor que la ofensiva, aunque tampoco es para hacer fiesta porque ser peor era grado menos que imposible. Tienen jugadores talentosos como Leonard Williams (11.5 sacks) y James Bradberry (tercer mejor córner en yardas por jugada de pase), Blake Martinez es bueno contra la carrera, Logan Ryan ayuda en el perímetro. Las lesiones deben de ser menos este año.
El tema es que en 2020, pese a la supuesta reputación, terminaron 15 en eficiencia contra la carrera, 22 contra el pase, 12 en capturas… Básicamente en todo estaban entre el 26 y el 16, salvo en evitar jugadas explosivas por tierra (cuartos).
Llega Adoree Jackson para terminar de completar un joven y sólido perímetro con Bradberry, Ryan y Jabrill Peppers, lo que debería mejorar contra el pase, pero podrían sufrir contra la carrera al no contar con Dalvin Tomlinson, una muralla con Williams por el centro. El camino a una mejoría radical no se ve claro.
El QB va por su tercer año en la liga y, tras 2021, deben decidir si activan la opción de quinto año para 2023. Si no luce en los siguientes 17 partidos, sería un epitafio a lo Trubisky en Chicago, ya que los Giants tienen dos selecciones en la primera ronda del próximo Draft.
La desconfianza en ‘El Aplaudidor’ y en la línea, sumado a un calendario que luce muy complicado en cuanto a defensivas rivales (Rams, Dolphins, Bears, Bucs, Saints, Broncos, Chargers, Chiefs y Washington dos veces) no da muchas esperanzas de un salto de tercer año a lo Josh Allen.
El gerente general del equipo llegó en 2018 y tiene marca de 15-33. Los Giants están sumidos en su peor periodo histórico, con 6 de sus últimas 7 campañas con al menos 10 derrotas. Gettleman no ha podido corregir el rumbo y, además de su repudio a los datos y analítica que equipos como Chiefs y Ravens usan, ha hecho movimientos que fueron cuestionados en su momento y que años después no trajeron resultados.
Ya mencionamos el elegir a un corredor con la segunda selección global, en lugar de buscar un cambio con un equipo que necesitara QB en ese Draft de 2018 y quizás Saquon les caía. Lo curioso es que los Giants tenían al cadáver de Eli Manning jugando la posición más importante y decidieron que no era buena idea ir por un QB.
Gettleman se dio cuenta del error un año tarde y, cual apostador novato, fue all in a la inversa. En 2019 eligió quinto a Jones, sin importar que pocos equipos le tenían como talento para la quinta selección global. Ese año hizo también el cambio que mandó a Odell Beckham a Cleveland, que trajo selecciones adicionales y Jabrill Peppers, pero no puede considerarse un éxito lo elegido.
Despidió tras dos años a Pat Shurmur,, quien llegó el mismo año y estaban ‘casados’. En 2020 eligió en el Draft a Andrew Thomas, cuando había tackles ofensivos mejor valorados como Mekhi Bector y Tristan Wirfs. El peor pick del Draft fue Deandre Baker, su tercera primera ronda en 2019 y que no les dio nada antes de ser cortado por su arresto por robo a mano armada.
Así que los Giants tienen un equipo con ideas de juego anticuadas y una base de talento que da la esperanza de que puedan dar un salto si se alinean los astros, aunque no es una plantilla de las mejores de la liga. Están de nueva cuenta en la parte media de la liga, donde no hay mucha diferencia entre 6-11 y 11-6, y el calendario muchas veces es lo que marca diferencia.
El estar en la peor división les daría alguna opción. El inicio no es el peor (Broncos, WFT, Falcons), pero luego van Saints, Cowboys, Rams, Panthers, Chiefs, Raiders, Bucs, Eagles, Dolphins, Chargers y Cowboys de nuevo. Son solo favoritos en cinco partidos. Otra temporada perdedora podría traer un cambio radical en toda la organización y que una nueva cúpula coseche el único buen movimiento de Gettleman: bajar en el Draft de 2021 y tomar otra primera ronda el próximo año. Municiones para ir por el QB que Jones, de momento, no ha demostrado ser.
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